Sudáfrica se está posicionando como un centro clave para los activos digitales en África, impulsada por regulaciones proactivas y plataformas en expansión como VALR.
Ben Caselin, director de marketing de VALR, un intercambio de criptomonedas con sede en Johannesburgo, destacó que Sudáfrica es la puerta de entrada al resto del continente debido a su sólido marco legal y facilidad para abrir empresas.
VALR ha obtenido licencias de proveedor de servicios de criptoactivos de las autoridades sudafricanas, lo que subraya el avance regulatorio del país. Con un mercado de criptomonedas en crecimiento, se espera que los ingresos en Sudáfrica alcancen los $246 millones de dólares en 2024, con un crecimiento anual del 7.86% hasta 2028, según un informe de Statista.
Sudáfrica ha liderado en la concesión de licencias a plataformas cripto, pero la regulación ha llevado a un aumento en los costos de cumplimiento, con más de un 10% de la plantilla de VALR dedicada al respeto de la normativa. Caselin enfatiza que el régimen regulatorio de Sudáfrica es uno de los más claros del mundo, incluso comparado con países como Dubái y Singapur.
Además, Sudáfrica no solo está avanzando en el ámbito cripto, sino también en tecnología emergente como la inteligencia artificial. Con un marco político nacional en desarrollo, el país busca consolidarse como un líder en innovación tecnológica, reforzando su papel como un hub importante para activos digitales y tecnología avanzada en el continente africano.