Bryan Johnson, fundador del régimen anti-envejecimiento «Don’t Die» o en español “no mueras” , sugirió una curiosa relación entre el movimiento de longevidad y la comunidad de Bitcoin durante el evento Token2049.
Johnson comparó el rechazo de Bitcoin a la inflación monetaria con el rechazo de la comunidad de longevidad contra el envejecimiento biológico, destacando que ambos abordan problemas considerados inevitables y atraen a individuos con una visión similar.
Johnson explicó que los avances tecnológicos, como la ingeniería de materiales a nivel atómico, podrían ofrecer herramientas para revertir el envejecimiento. Además, señaló que los desarrolladores de tecnología tienden a enfocarse en problemas que alguna vez se creyeron irresolubles, como el envejecimiento o la creación de sistemas de dinero descentralizado.
La relación entre criptomonedas y la longevidad también se ha reflejado en líderes de la industria. Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, donó en 2018 más de $2 millones de dolares a la investigación anti-envejecimiento, subrayando que estas soluciones podrían impactar positivamente en millones de personas. Otros como Roger Ver y Balaji Srinivasan también han mostrado interés en técnicas de extensión de vida, considerando la tecnología como una vía para eliminar la mortalidad.
La Fundación Longevity, que investiga técnicas para prolongar la vida, ha explorado cómo las criptomonedas podrían ayudar a financiar investigaciones sobre fármacos, demostrando un creciente vínculo entre ambas comunidades.